Intervención urbana: “Laberinto de residuos plásticos” en la Plaza Mayor de Madrid

Los inicios de la Plaza Mayor de Madrid se remontan a mediados del 1400 cuando se instaló un mercado fuera de los límites de la ciudad, en la llamada Puerta de Guadalajara.

Poco más un siglo después, en 1561, el Rey Felipe II de España anunció su incorporación al área urbana cuando decidió que Madrid sería la capital del Imperio. Desde entonces, el lugar empezó a salir de la marginalidad para convertirse en epicentro de la vida cultural y social.

En 1617, después de una primera gran intervención, se consolidó como el espacio público más grande de Madrid, y hasta nuestros días es uno de los lugares más visitados, sobre todo por los turistas.

Desde sus orígenes, han pasado 400 años y para celebrar su historia, el Ayuntamiento de Madrid organizó diversas actividades de conmemoración, siendo una de ellas el programa “Cuatro Estaciones” que les permitió a artistas y grupos de arte urbano intervenir este espacio.

El colectivo luzinterruptus fue uno de los invitados a intervenir la explanada de la Plaza Mayor. La instalación que prepararon fue un “Laberinto de Residuos Plásticos”, similar al que en 2014 levantaron para el Festival de Arte Urbano de Katowice, en Polonia, pero mucho más grande.

Esta vez los laberintos construidos con botellas y bolsas de plástico tuvieron una extensión de 170 metros y 3 metros de altura, por lo que el recorrido completo tomaba tres minutos, en promedio.

Durante este tiempo, la sensación en los visitantes no era la más agradable si se considera que en ocasiones la temperatura superaba los 40 grados y que el olor a plástico era mucho más intenso.

Sin embargo, esta especie de desconcierto era lo que el colectivo buscaba causar para demostrar la enorme cantidad de plástico que no se recicla aún cuando se podría hacer y cómo afecta a quienes lo tienen cerca día a día.

Las botellas fueron recolectadas durante un mes a través de puntos de recolección de botellas que se instalaron en la plaza, y gracias a los miembros de la Asociación de Comerciantes de la Plaza Mayor que guardaron las miles de botellas que se generaron en un mes en sus locales, además de las donaciones de hospitales, empresas, instituciones y universidades, etc.

Fue así como se recolectaron 15 mil botellas a las que se les puso una luz interior y luego en una bolsa para que la instalación permaneciera abierta por cuatro días y con ello se hiciera mucho más visible en un lugar bastante transitado la necesidad de reciclar.